Los Músicos de Bremen es un cuento folclórico alemán que narra la historia de cuatro animales que, sintiéndose viejos y no deseados en sus hogares, deciden emprender un viaje juntos hacia la ciudad de Bremen para buscar una nueva vida como músicos.
En su camino, un burro cansado de trabajar en el molino, un perro sin hogar, un gato despreciado por su edad y un gallo a punto de ser cocinado, se unen en una aventura llena de risas y compañerismo. Deciden que juntos podrían formar una banda que les permita ganarse la vida de una manera diferente, alejados de sus problemas pasados.
El burro, con su fuerza, sugiere que sea el líder de la banda, el perro afirma que con su habilidad para ladrar al ritmo de la música será el baterista, el gato propone ser el guitarrista con sus rápidos reflejos, y el gallo, con su voz potente, será el cantante principal. Así, con entusiasmo, continúan su viaje a Bremen, cantando y riendo juntos.
En su camino, los amigos llegan a una cabaña donde creen escuchar ruidos de bandidos. El burro decide que, como líder de la banda, deben asustar a los supuestos ladrones. El perro empieza a ladrar al ritmo del burro, el gato maúlla y el gallo canta a todo pulmón. Los ladrones, asustados, huyen, dejando la comida que habían preparado.
Los animales, hambrientos y agradecidos, se sientan a disfrutar del festín. Ríen y comparten anécdotas, fortaleciendo aún más su amistad. Deciden que no necesitan llegar a Bremen, pues ya son felices siendo músicos y amigos. Pasan sus días en la cabaña, disfrutando de la música y la compañía mutua, brindando alegría a todos los que pasan por allí.
Con el pasar de los años, su leyenda se hace famosa y son recordados como los músicos de Bremen que alegraron los corazones de muchos. Nunca más se sintieron solos ni rechazados, pues encontraron en la amistad y la música la verdadera felicidad que tanto anhelaban.