En un lejano valle escondido entre montañas de colores brillantes y ríos cristalinos, vivía una serpiente muy especial conocida como la Serpiente Cuadrada. Su peculiaridad radicaba en que en lugar de tener un cuerpo alargado y serpentino, su forma era completamente diferente, con segmentos que se unían formando ángulos rectos en vez de curvas suaves.
El Cuento de la Serpiente Cuadrada
Capítulo 1: El Descubrimiento
Un día soleado, mientras jugaba entre las flores silvestres del valle, la pequeña Lía tropezó con una extraña criatura de escamas relucientes. Al acercarse, descubrió que no era una serpiente común, sino una serpiente cuadrada.
La Serpiente Cuadrada miró a Lía con curiosidad, moviendo sus segmentos de formas inusuales. Lía, maravillada por el hallazgo, decidió llevar a la serpiente a su casa para cuidarla y descubrir más sobre ella.
Al caer la noche, Lía observó cómo la Serpiente Cuadrada brillaba misteriosamente bajo la luz de la luna, como si guardara secretos ancestrales en su particular anatomía.
Capítulo 2: La Aventura Comienza
Los días pasaron y la Serpiente Cuadrada y Lía se volvieron inseparables. Juntas exploraban el valle, enfrentando desafíos y descubriendo la magia que este escondía en cada rincón.
Un día, Lía se perdió en el bosque y la Serpiente Cuadrada, con sus habilidades únicas, trazó un camino con sus ángulos perfectos para guiarla de regreso a casa, demostrando su lealtad y astucia.
La fama de la Serpiente Cuadrada pronto se extendió por el valle, convirtiéndola en una criatura legendaria entre los habitantes. Todos buscaban su ayuda para resolver problemas y laberintos imposibles.
La Serpiente Cuadrada, con su sabiduría y determinación, se convirtió en la guardiana del valle, protegiendo a todos con su peculiar pero valioso don.
Capítulo Final: El Legado de la Serpiente Cuadrada
Con el tiempo, Lía creció y la Serpiente Cuadrada envejeció, pero su lazo nunca se rompió. Juntas recordaban las aventuras vividas y la amistad que las unía de forma indisoluble.
Un día, la Serpiente Cuadrada desapareció misteriosamente, dejando solo un rastro de destellos en su camino. Se dice que ascendió a las estrellas, convirtiéndose en una constelación que guiaba a los viajeros perdidos en la noche.
Lía, con el recuerdo de su amiga en el corazón, continuó cuidando del valle y contando a los más pequeños la historia de la valiente Serpiente Cuadrada que enseñó a todos que la verdadera magia reside en la unicidad de cada ser.